sábado, 1 de diciembre de 2012

Inquietudes docentes, demandan urgente atención


Hola:
En este escrito quiero comentar dos temas que me parecen importantes.
El primero tiene que ver con la presencia diaria de los padres de familia en el plantel.
¿Cuál es el problema de esta situación? Las respuestas son varias.
1. Antes de la junta de entrega de calificaciones no aparece ningún padre por el plantel, en cuanto se lleva a cabo esta entrega, diario hay padres, según palabras del director alrededor de 20 padres de familia por día, por qué, simplemente por que se les deja entrar y andar por el plantel buscando a los profesores, para saber qué es lo que sucede con sus hijos, pero no queda ahí la situación, si la calificación no les agrada, llegan agresivos, desafiantes, solicitando oportunidades para, no sólo para mejorar la calificación, sino que incluso contra el reglamento que dice “20% de inasistencia en el semestre la calificación es W “
A esta situación hay que agregar que nadie se cerciora de que efectivamente las personas que entran son padres de algún alumno; además de que cualquiera da información y cito un ejemplo: el pasado 9 de noviembre unas personas le preguntaron al Lic. Juan José de la Peña por la maestra Maricarmen Romero López y éste se dirigió a los tarjetones y le comunicó en que salón se encontraba, sin preguntar absolutamente nada, fui testigo de este hecho.
Además de lo anterior, se nos dice que la SEMS, exige que se le dé información a los padres, es cierto, para ello están las juntas de entrega de calificaciones y una situación es entregar calificaciones y otra que reclamen, y presionen por todos los medios, incluso la amenaza de denunciar, por que no están de acuerdo con la forma de evaluar.
Por otra parte la obligación de informar sobre la situación académica de los alumnos se da desde primaria y secundaria, pero en ningún momento se deja que los padres entren a los planteles y anden buscando a los profesores, cuando hay alguna situación de inconformidad, se agenda una cita con el director para tratar el asunto, una vez que a éste el profesor ha brindado la información.
A todo lo anterior hay que agregar que son las autoridades, desde el director, subdirectora, jefes de materia y tutores de grupo, los que incitan a los padres a hablar con el profesor o profesora de la asignatura con la que no están de acuerdo con la calificación.
Todo lo anterior pone en peligro nuestra integridad física y ética como profesionales de la educación, ya que no buscan un arreglo, exigen una calificación a su agrado y se pone en duda nuestra labor académica.
El otro asunto tiene que ver con la reducción de grupos, sobre todo de primer a segundo semestre.
Aún no me queda claro el por qué si hay 50 grupos de primer semestre con alrededor de 50 alumnos, para segundo este número de grupos se reduce a 35 o menos, las autoridades argumentan que por la deserción, no me queda claro, en las juntas informativas el director habla de menos del 20% de deserción.
Mi pregunta es ¿por qué no conservar el mismo número de grupos? Si bien hay menos alumnos, esto es bueno los grupos serían más reducidos y habría una mayor posibilidad de una mejor atención ¿se han puesto a pensar que un grupo de 50 alumnos en clases de una hora, se les brinda menos de un minuto por alumno y en la de dos el promedio sube a casi dos? Y todavía les piden a los tutores 15 minutos de clase para atender problemas que van desde lo académico, familiar, riesgo de reprobación, ausentismo o adquirir alguna adición.
¿Por qué no dejar el mismo número de grupos con menos alumnos y garantizar una mejor atención?
Finalmente el número de docentes es el mismo, así se estaría conservando la fuente de trabajo y nuestra labor sería de mayor calidad, que es algo que constantemente nos solicitan tanto las autoridades como los padres de familia.


Olivia

Agradece profra. Olivia Pineda, por muestras de solidaridad.

México, D.F. a 14 de noviembre de 2012.

Méx
A los profesores que integran la
Academia de Lenguaje y Comunicación
del Plantel 07 Iztapalapa del
Colegio de Bachilleres.
P R E S E N T ES.

Me dirijo a ustedes para darles las gracias por su apoyo y comprensión, también para informarles que la reunión que se solicitó con la subdirectora no se llevará a cabo, debido a que la semana pasada, después de entregar el escrito al director del plantel, éste me llamó a través del jefe de materia y en una reunión de menos de diez minutos, me informó que no era verdad lo que los padres afirmaban, solo eran malas interpretaciones y que si en algún momento llegara una información a Dirección General, tendrían que comunicarse con él para preguntarle qué era lo que estaba pasando y  su respuesta sería que él ha investigado y los resultados que ha obtenido son satisfactorios y  no hay ningún problema, pues ha preguntado a los alumnos y estos no se quejan y hablan de un cambio en mi actitud, por lo que da por terminado este problema.

Sin embargo no estoy del todo satisfecha los alumnos siguen esperando un cambio de profesor y lo único que se logró con estas “malas interpretaciones” fue que no asistieron a clases y más del 40% reprobó el segundo bloque y ahora hay que esperar la reacción de los padres en la segunda entrega de calificaciones.

Espero que ahora las autoridades si se den a entender y no haya malas interpretaciones.

Asimismo quiero que todos ustedes sepan que los profesores Narcedalia Albarrán Alonzo de la Academia de Lenguaje y Comunicación, Carlos Baltazar Sánchez de la Academia de Filosofía y Javier Ruiz Juárez  de la Academia de inglés me brindaron en todo momento su apoyo, orientación y compañía desinteresada y en el plan de  que somos, Compañeros detrabajo, sin importar el área, el turno, ni la filiación sindical, por ello externo mis más profundos agradecimientos.

Por último quiero informarles que uno de los acuerdos que se logró y que debemos hacer valer es el de que por ningún motivo los padres deben acercarse a nosotros, si desean información deberán solicitar cita con el jefe de materia y en último caso él deberá estar presente en toda situación con los padres de familia.


                                                                                                    Gracias.


Olivia Pineda Romero.